Hoy me pongo reflexiva. ¿Las redes sociales crean una comunidad? ¿Son las redes sociales canales de difusión?¿Somos todos creadores de contenido? ¿Han cambiado desde que surgieron? ¿Cómo y cuándo se ha producido dicho cambio?
El inicio de las redes sociales como social networking
¿Recuerdas cuando apareció Facebook? ¿Y tu primera cuenta en Twitter? Y si vamos hacia atrás, ¿conociste Messenger, Tuenti, etc.? La idea general de las redes sociales en sus orígenes era construir o profundizar relaciones, principalmente con personas que conocías. Reconectamos con nuestros antiguos compañeros del colegio, amigos de la infancia a quienes habíamos perdido la pista, de repente, volvían a nuestras vidas. Te enterabas de que ese primo lejano al que no veías desde hacía una década, tenía mujer y dos niños reguapos. Así, con el espíritu del reencuentro nos abrimos cuentas en las que hablábamos de nosotros de tanto en tanto, a través de nuestros ordenadores.
El smartphone, la cámara del móvil y las redes sociales
Las redes sociales se convirtieron en medios sociales alrededor de 2009 por tres causas principales:
- la introducción del smart phone: un télefono móvil con aplicaciones que te permitían mirar tu correo, tu calendario y, por supuesto, tus redes sociales.
- la cámara incorporada en los teléfonos móviles permitía hacer fotos de nuestro desayuno, nuestros pies en la playa o cualquier otra tontería. Fotos que jamás hubiéramos hecho con una cámara analógica o digital.
- el lanzamiento de Instagram. La aparición de esta red social cambió la forma de relacionarnos y nos convirtió en consumidores de redes sociales (seguidores) o creadores de contenido (influencers, en el mejor de los casos).
De esta forma, las redes sociales se convirtieron en plataformas cuyos usuarios podían publicar cuanto más contenido posible para alcanzar más allá de sus redes de contactos inmediatos. Las redes sociales nos convirtieron a ti, a mí y a todos en emisores (aunque aspiracionales).
Las consecuencias del cambio
Los resultados de este cambio masivo de uso de las redes sociales, ya no como lugar de reencuentro para una comunidad ya conocida, sino de difusión para llegar a una comunidad de desconocidos han sido enormes.
- Adictivos: recompensas de ego inmediatas aunque a la vez, dependencia extrema de validación externa, con los consecuentes resultados para la salud mental.
- Rentables: muchas gente ha sacado provecho de la adicción generalizada a las redes sociales, desde las propias plataformas, a sus anunciantes, grandes famosos, nuevos influencers, pequeños empresarios, comercios, artistas…
De hecho, la economía alrededor de las redes sociales ha cambiado la publicidad. Ahora las empresas invierten en marketing digital o marketing de contenidos. Se ha creado una economía de contenido, cuya moneda de pago es nuestra atención. Nuestro tiempo (en muchos casos tiempo perdido en redes sociales) es su mayor activo.
Los influencers, es decir, personas anónimas que lograron millones de seguidores se convirtieron en potentes canales para distribuir mensajes de marketing patrocinados por marcas. Se convirtió en una nueva forma de ganar dinero, hasta el punto de convertirse en algo aspiracional.
Los niños ya no quieren ser futbolistas o cantantes, prefieren ser Youtubers, Stremears, Instagrammers o Tiktokers. Su ídolos lo son.
Las redes sociales o las plataformas sociales como medios de comunicación
La mayoría de los jóvenes ya no ve la televisión ni escucha la radio ni, por supuesto, lee un periódico, ni que sea digital. El ochenta por ciento se informa a través de las redes sociales como dice un reciente estudio. En principio, no es grave que un adolescente prefiera ver Youtube o Twitch antes que una programación televisiva plagada de anuncios. El peligro de esto viene por tres causas:
- Por un lado, las plataformas descubrieron que cuanto más carga emocional tenía el contenido, mayor difusión alcanzaba.
- Cuando la información estaba polarizada, más viral se hacía. Incluso si era información ofensiva (cyberbulling) o simplemente, fraudulenta (fake news).
- Las redes sociales ponen al acceso de cualquiera a todo tipo de personajes que anteriormente eran lejanos: políticos, actores, escritores, futbolistas. Los ciudadanos anónimos de creen con derecho a decirles cualquier cosa y de cualquier manera (haters).
Nuestros responsabilidad en red
¿Es mala idea tener redes sociales? ¿Son un medio de comunicación que facilita la manipulación? Como cualquier medio, las redes difunden mensajes: ideológicos, económicos o de cualquier tipo. Por ello, debemos usarlas con sentido común.
Como consumidores de redes sociales creo que tenemos algunas responsabilidades.
- interactuar con respeto;
- leer con pensamiento crítico;
- no compararnos con las vidas ajenas, ya que solo muestran la parte positiva exaltada;
- saber desconectar e invertir nuestro tiempo libre en aficiones creativas, no pasivas;
- no dar bola a quienes fomentan discursos de odio.
Por otro lado, como creadores de contenido tenemos también algunas obligaciones:
- Buscar la veracidad de lo que contamos.
- Promover lazos positivos en nuestra comunidad.
- No dejar que la presión por publicar o por obtener determinado número de seguidores, de likes o resultados afecte a nuestra salud mental.
- Valorar en todo momento si el tiempo invertido compensa los resultados obtenidos (sean económicos o de visibilidad), y en caso contrario, reducirlo.
Conclusión
Espero que este artículo te haya resultado interesante. Era un tema del que me apetecía reflexionar contigo sobre el cambio que se ha dado de lugar de comunidad a medio de difusión o canal de contenidos. Ojalá te haya resultado útil.
¿Te habías planteado estas cuestiones? ¿Cuánto usas las redes? ¿Sabes que hay aplicaciones para medir el tiempo que pasas en ellas? ¿Te considerar más creador o consumidor?
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Gracias por leerme.
Fotos: Pixabay y Pexels.
Totalmente de acuerdo con cuáles son nuestras responsabilidades en redes. Qué pena que a veces no sea así. Hace un tiempo me di cuenta que Apple tiene la función de «Tiempo de uso» y que una vez a la semana te avisa para que veas tus informes. Desde que me di cuenta del tiempo que invertía (perdía) en Instagram decidí restringirme su uso y no utilizarla solo «para matar el tiempo», sino que cada vez que entro, intento ver contenido de las cuentas que me interesan y dejar, al menos, un comentario en alguna. ¡Es que luego decimos que no tenemos tiempo para nada!
Gracias por el artículo, Mavi. ¡Un beso!
Hola, Mary:
Me alegro de que te haya gustado el artículo.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo,
Mavi.