Escribir un mal planteamiento

Chico con ordenador en sofá que podría escribir un mal planteamiento de su novela o relato.

En mis talleres de escritura creativa, trato de enseñar cómo escribir relatos o novelas siguiendo las técnicas narrativas establecidas por otros que saben de esto mucho más que yo. Es complicado saber cómo arrancar bien una historia, pero desde luego, ayuda mucho saber cómo escribir un mal planteamiento.

He aquí algunas claves de cómo escribir un mal planteamiento. Espero que te ayuden a evitarlas.

Tres pecados capitales para escribir un mal planteamiento

Hay tres pecados capitales a la hora de arrancar una novela. Si vas a escribir tu planteamiento, ten en cuenta que este no puede ser:

  • Lento
  • Confuso
  • Engañoso.

Y a continuación, veremos por qué estas son las tres formas de escribir un mal planteamiento.

Escribir un mal planteamiento porque es es lento

La fórmula perfecta para comenzar tu novela o relato de forma lenta es arrancar con un montón de descripciones innecesarias. Ya sean sobre los personajes y sus rasgos físicos, sus ropas, la estancia en la que se encuentran o el maravilloso paisaje que ven por la ventana, el inicio no es el momento de dar estos detalles. Esto no significa que una novela o relato no deba incluir descripciones, sino que es mejor no comenzar con ellas.

A no ser que tus lectores vivan en el siglo XIX y sean aristócratas sin trabajo y mucho tiempo libre. Entonces, sí. Pero en el siglo XXI, nos van más las cosas inmediatas.

Lo mismo sucede con las genealogías interminables. También es cosa bastante decimonónica. Conste que yo adoro a Jane Austen, pero aun así reconozco que sus primeros capítulos se me hacen densos al tener que aprenderme un montón de nombres, apellidos, los nombres de las mansiones en las que viven, el rango social y el orden de herencia antes de poder entender algo de la historia. Por esa misma razón, en la época actual esto ralentiza el comienzo de cualquier relato o novela.

Sabemos que tu protagonista desayuna cada día y no nos importa demasiado su rutina de belleza matutina. No inicies tu historia con pasajes sin interés, como desayunos y otras rutinas. Para escribir un mal planteamiento basta con teclear aquello de:


Cuando sonó el despertador…

Ejemplo de cómo escribir un mal planteamiento.

Esto se debe a dos razones: la primera es que genera lentitud, al no aportar información relevante, la otra, es que es poco original.

Escribir un planteamiento confuso

Otra de las formas de escribir un mal planteamiento es introducir a muchos personajes. Esto suele ser confuso para el lector, que todavía trata de desentrañar de qué va esa historia. Lo mejor es centrarse como máximo en dos o tres, porque de lo contrario, tendrá dificultades para continuar con la historia y, ¿quién sabe? Quizá la cierre para no volver a retomarla.

Otra forma de marear al lector es cambiar de lugar muy rápido. Comienzas en la casa, de repente están hablando en una cafetería (¿Cómo llegó hasta allí? ¿Se teletransportó?) y acto seguido está contemplando las olas del mar. Ubica a tus personajes en cada escena y menciona cuándo se mueven por el espacio, o tendrás muñecos colgados de un nube.

Otra forma de escribir un planteamiento confuso es no contextualizarlo de la forma adecuada. Por ejemplo, puede que no le hayas ofrecido contexto al lector. ¿Sucede en el Imperio Otomano? ¿Es una historia en medio de la lucha de las sufragistas? Da pistas al lector y no esperes que sepa tanto como tú del tema, quizá tengas que ser específico.

Engañar al lector con un mal planteamiento

Por último, me he dejado para el final el peor de los tres pecados capitales para escribir un mal planteamiento. Se trata de engañar al lector. Al inicio de una obra, sea una un relato o novela, se establece un pacto con el lector. Se le dice: «Mira, esta obra va de esto y va a ser así y así…».

Sin embargo, a veces, tratando de escribir un inicio interesante, los escritores de forma inconsciente engañan al lector presentado una premisa falsa. Es decir, contándoles que la obra irá sobre algo que realmente luego, no sucede. Esto da lugar a lectores insatisfechos y malas reseñas.

Del mismo modo, podemos engañar al lector estableciendo un tono que no se corresponde con el resto de la obra. No podemos escribir un planteamiento cómico, si el resto de la novela se desarrollará en un tono sombrío. No podemos arrancar con una lenguaje elevado, como si nos hubiéramos tragado un diccionario, si luego vamos a usar lenguaje coloquial o incluso, vulgar. Es decir, debemos ser coherentes de inicio a fin.

Conclusión

Escribir un mal planteamiento hará que los lectores abandones tu novela o relato. Espero que este artículo sobre cómo escribir un mal planteamiento te haya resultado útil y quizá divertido. Estoy segura de que tú también sabes otras formas de cargarse un inicio y me encantaría que me las contaras en los comentarios. De hecho, provecho para preguntarte si te gustaría que escribir otros dos artículos en esta serie:

  • ¿Cómo escribir un mal nudo?
  • ¿Cómo escribir un mal final?

Déjame tu opinión, dudas y sugerencias en los comentarios.

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Gracias por leerme.

Fotos: Pexels.

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