¿Cómo preguntar a tu hijo cómo le fue el cole?

Estrategias para preguntar a tu hijo cómo le fue en el cole

Hace unos días leía un hilo de Twitter que cada poco se repite. Una mamá preguntaba si al resto sus hijos les contaban cómo le había ido en el cole. Las respuestas eran siempre las mismas: monosílabos, contestaciones vacías. ‘¿Qué has hecho hoy?’ ‘Nada’, ‘Lo mismo’, ‘No sé’. Esas eran las más habituales. Entonces, ¿Cómo preguntar a tu hijo cómo le fue el cole?

Llegué a la conclusión que algunas madres se enteran de cómo ha ido el colegio a través pedazos de lo que otras consiguen sonsacar. Entre todas juntan el puzzle y consiguen hacerse una idea de lo que pasa en la vida de sus hijos. ¿Te sientes identificada?

Otras se enteran de cómo fue el cole de sus hijos a través de las agendas, las anotaciones de los profesores y circulares oficiales. ¿Pero no te gustaría saberlo directamente por boca te tu hijo? ¿Cómo conseguirlo?

Vamos a ver tres estrategias y dos consejos para comunicarte mejor con tu personita.

Preguntar a tu hijo cómo le fue el día en el colegio

La primera estrategia para saber cómo le fue el día a tu niño es preguntar. Sin embargo, está claro que la cosa no es tan sencilla como aparenta. De lo contrario, no habría tanta madre buscando respuestas alternativas.

Las preguntas generales no funcionan

Preguntar a tu hijo: «¿Cómo ha ido tu día en la escuela?» o «¿Qué has hecho hoy?» no suele funcionar.

La razón es que son preguntas demasiado abiertas. El día de un niño en la escuela es demasiado largo. Son muchas horas en las que suceden montones de cosas. Por eso, cuando preguntas algo tan general, lo normal es que se queden mudos. Con suerte te indicarán si fue bien o mal; pero los adultos queremos detalles.

Hay que tener en cuenta también la edad y madurez de tu personita. No se puede pretender que un niño de tres años, se lance a un monólogo reflexivo de cinco minutos sobre su día en el cole.

Preguntar a tu hijo cosas más concretas

Por tanto, si las preguntas en general dan respuestas generales, es obvio que preguntas más concretas llevarán a respuestas más concretas. Puedes preguntar a tu hijo:

«¿Qué has comido hoy?» «Pasta».

Vale, no es el menú completo, pero tienes una pizca de información.

Otro ejemplo:

«¿Habéis leído un cuento?» «Sí». «¿Cómo se llamaba?» «No lo sé.» «¿Era de un niño?» «No, era un tigre».

De acuerdo, tampoco es gran cosa; pero has empezado a tirar del hilo. Hay que tener paciencia. Aunque el proceso sea frustrante, estás consiguiendo mejores resultados.

Preguntar a tu hijo

Beneficios de la estrategia de preguntas concretas:

Ahora que ya hemos visto algunos ejemplos sobre cómo hacer preguntas más concretas, vamos a ver cuáles son sus beneficios.

  • Muestras interés por tu personita y eso le hace sentir bien.
  • Le ayudas a recordar fragmentos de lo que hay en un día de colegio.
  • Creas un hábito de comunicación.

Guardar silencio para dejar espacio comunicativo

Si la primera estrategia era preguntar, la segunda es mantener silencio. A veces los adultos tendemos a hablar todo el rato cuando estamos con los niños. Creemos que así mantenemos una conversación con ellos, pero estamos creando una falsa ilusión.

Quien más habla, más aprende. Por tanto, generalmente, en lecciones de tipo magistral, es el profesor el que más aprende. Otro día debatimos sobre este método de enseñanza tan poco efectivo, si quieres. Pero ahora reflexiona: si en tu relación adulto-niño eres tú quien más habla, ¿le estás dejando aprender?

Además, un niño de corta edad necesita una media de tres segundos para entender una frase sencilla. Y luego tiene que pensar su respuesta. ¿Crees que le estás dando ese tiempo? Quizá si tras tus preguntas, esperas -dejas un vacío-  obtendrás más respuestas.

Modelar con el ejemplo

No sé cuántas veces lo he dicho ya en este blog, pero sé que seguiré diciéndolo muchas más. La mejor estrategia para conseguir que una personita adquiera una conducta deseada es hacerlo nosotros mismos.

  • Si tú comes fruta y verdura, ellos comen fruta y verdura.
  • Leerán más, si te ven leyendo.
  • Si tu manera de dirigirte a los demás es amable y respetuosa, ellos serán amables y respetuosos.

Por tanto, si tú les cuentas cómo ha sido tu día, ellos terminarán por contarte cómo ha sido el suyo. Con esta tercera estrategia, tampoco es necesario preguntar a tu hijo nada.

En mi casa cada noche, aprovechando la hora de la cena (en familia y libre de pantallas) nos contamos nuestro día. Mi personita lo tiene perfectamente integrado y participa de nuestras conversaciones de trabajo. ¡A veces, realiza preguntas realmente interesantes sobre nuestro día!

Beneficios de modelar con el ejemplo:

Esta estrategia es una de las que más me gusta, ya que tiene otros muchos beneficios incorporados. Además de motivarse a contar su experiencia durante el día, le damos la oportuidad de conocer cómo nos enfrentamos nosotros a situaciones difíciles, que hacemos cuando alguien no es educado con nosotros en el entorno laboral, cómo establecemos nuestros objetivos y metas, etc. Es decir, le modelamos en muchos más aspectos de la vida cotidiana. Además, en aquellos momentos en los que no nos puede ver: el trabajo.

Dos consejos para preguntar a tu hijo cómo le fue el día

Finalmente queda añadir la parte más importante. Son dos consejos que espero fervientemente que apliques.

Agradecer

Una vez que lo hemos conseguido, y nuestros pequeños nos cuentan cómo fue su día, debemos agradecer que hayan compartido ese trocito de ellos con nosotros. Si les hacemos saber que agradecemos que nos cuenten sus historias, se sentirán apreciados, escuchados, y por tanto, tenderán a repetirlo. Es nuestra obligación hacerles saber que en casa están seguros y que nos pueden contar cualquier cosa, buena o mala.

Sin juzgar

No debemos, bajo ningún concepto, recriminarles algo que han hecho durante el día. Si esto suceden aprenderán que hay cosas que deben contarnos y otras, las que no nos gustan, no. Es importante, sobre todo de cara a los años de la adolescencia, que en casa creemos un clima de confianza sobre cualquier tema.

Conclusión

Ahora que ya tienes estas tres estrategias y dos consejos para saber cómo le ha ido el día a tus hijos en la escuela, espero que vuestra comunicación mejore. Desde luego no hay nada de malo en preguntar a otras madres lo que ellas saben de lo que ocurren en el aula. Sin embargo, es mucho más satisfactorio que tu personita sea capaz de expresarlo por sí mismo y de confiar en ti al hacerlo.

Si además crees que tu personita requiere de algunos consejos extra para comunicarse mejor, puedes leer este artículo sobre extender el lenguaje de tu personita.

¿Te han gustado estos consejos para preguntar a tu hijo sobre su día? ¿A ti tu personita te cuenta cómo le ha ido el cole? ¿Cómo lo has conseguido?

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