El poder de mantener una comunicación positiva con los hijos es innegables. La comunicación positiva con los hijos no solo potenciará el vínculo familiar, sino que además favorecerá el desarrollo del lenguaje en la etapa infantil.
Una de las formaciones a las que asistí como subdirectora de la escuela bilingüe en la que trabajaba en Londres fue sobre habilidades comunicativas e interacción con los niños. No fue el primer curso que recibía como docente en este sentido, pero tal vez sí el más esclarecedor. La manera de interactuar con los niños determina en gran medida cómo se comunicarán ellos con nosotros.
Durante mis años como educadora me he dado cuenta de que muchos padres /madres no saben mantener una comunicación positiva con los hijos. Por ello, quiero dar algunos consejos para llevarla a cabo.
Consejos para mantener una comunicación positiva con los hijos
¿Qué podemos hacer entonces para mejorar nuestra interacción y el desarrollo del lenguaje? En primer lugar, debemos conocer los diferentes tipos de interacción. Es decir, las diferentes formas que tenemos de comunicarnos, en función del tipo de mensaje que emitimos.
Los tipos de interacción
Para comenzar, necesitas tener claro que hay cuatro tipos de interacción: preguntas, indicaciones, felicitaciones y comentarios. Vamos a analizar cada una de las cuatro formas de interacción.
Felicitaciones para una comunicación positiva con los hijos
Puede parecer que las felicitaciones son en sí mismas comunicación positiva, pero cuando se hacen continuamente, pierden todo su valor. Hay que hacerlas de forma oportuna y de manera específica.
Por ejemplo, en vez de decir: «Bien hecho» decimos: «¡Qué bien has recogido el agua del suelo!». Esta apreciación específica, hará al niño o la niña sentirse mucho más orgulloso. De la misma manera, un «genial» queda por debajo de un «Esa idea de usar varios colores me encanta» en el podio de los elogios.
Indicaciones en la comunicación positiva
Las indicaciones son otra forma de interacción. Los adultos tendemos a decirles constantemente a las personitas qué deben hacer a cada momento. Al final se trata de una comunicación jerárquica, que ellos copiarán tan pronto como puedan. En algunos casos es incluso innecesario, pues les damos indicaciones incluso cuando ya está realizando la tarea o saben que la tienen que hacer por rutina.
Minimiza las advertencias innecesarias como «Estás salpicando el suelo» o «Cuidado con el arroz». Recuerda que es un juego libre, que no esperamos nada de él, tan sólo la exploración y la diversión.
Las preguntas en la comunicación positiva
Las preguntas forman parte de la vida y las personitas deben aprender a entenderlas, a formularlas y a responderlas. Aquí van mis consejos iniciales sobre las preguntas que hagas para mantener una comunicación positiva con los hijos:
- En primer lugar, debemos tener en cuenta el tiempo que la personita necesitará para responder. Está estimado que una personita de dos años tarda al menos cinco segundos en entender lo que le están preguntando. Repito: cinco segundos. Cuenta hasta cinco conmigo «un, dos tres, cuatro y cinco». ¿Lo has hecho despacio? Es un montón de tiempo, ¿verdad? Recuérdalo antes de sacar la ametralladora de preguntas para disparar.
- El segundo consejo es reducir el número de preguntas. La razón es que las preguntas limitan la conversación en algunos casos, como verás a continuación.
Las preguntas cerradas y las preguntas evaluadoras
En muchas ocasiones, los niños se sienten evaluados con preguntas, sienten la necesidad de responder lo correcto y eso les detiene a la hora de responder. Por ello es importante presionar menos a las personitas con preguntas evaluadoras del tipo: ¿De qué color es el osito? o ¿Cuál es más grande? que solo tratan de comprobar o exponer sus conocimientos —los padres y madres hacemos mucho esto delante de otras personas—.
También hay que evitar las preguntas cuya respuesta sea sí o no. Son preguntas de respuesta cerrada porque estas tienden a parar la conversación.
Veamos un caso práctico continuando con el ejemplo de juego sensorial anterior:
Como ves, en este ejemplo hay pocas posibilidades de que la conversación prospere. Por tanto, hay que evitar las preguntas evaluadoras y las preguntas de respuesta cerrada (si/no, bien/mal…).
Las preguntas abiertas en la comunicación positiva
A continuación, te voy a sugerir las preguntas que sí puedes hacer para mantener una comunicación positiva con los hijos. Serán especialmente positivas aquellas preguntas que ayuden a la personita a imaginar qué sucederá después o aquellas en las que pueda expresar lo que perciben sus sentidos.
Vayamos a los ejemplos:
- ¿Qué pasaría si…?
- ¿Piensas que es siempre así?
- Me pregunto por qué … (No está formulada como una pregunta para ser menos invasiva, pero el interlocutor sentirá la necesidad de responderla).
- ¿Habías visto algo así antes? ¿A qué te recuerda?
- ¿Te acuerdas de la última vez que…?
- ¿Cómo lo has averiguado?
- ¿Qué crees que está pasando?
Con cualquiera de ellas la conversación avanzará. Por tanto, las preguntas que debes hacer son preguntas que promuevan el pensamiento lógico.
Los comentarios en la comunicación positiva con los hijos
Los comentarios son frases objetivas que describen lo que está sucediendo. Al decirlas en voz alta, el adulto proporciona un vocabulario al niño que tal vez aún no posea. El adulto puede acompañar al niño con comentarios sobre lo que está sucediendo para crear una conversación alrededor del juego. Los comentarios deben ser descriptivos y positivos.
Veamos un ejemplo de cuatro comentarios descriptivos que se pueden hacer a una personita jugando con una jarra, piedras y corchos en una bandeja de agua:
Los comentarios, por tanto, favorecen la comunicación positiva y el desarrollo del lenguaje.
La regla de los cinco dedos de la comunicación positiva
Estos últimos, los comentarios, son los que deben predominar en toda conversación para que sea una comunicación positiva. De esa manera, evitamos agobiar al niño con la sensación de que está siendo interrogado, dirigido en exceso o felicitado en vano.
Es decir, una comunicación repleta de indicaciones, preguntas y felicitaciones vacías no ayudará a mejorar el lenguaje ni la relación entre los comunicantes. Los comentarios son la base de la comunicación positiva.
Analiza tu día a día para saber qué tipo de conversaciones mantienes con tu personita. Te sorprenderá la cantidad de preguntas e indicaciones que haces. Es probable que también felicites constantemente a tu personita. En ese caso, serán felicitaciones vacías, con buena intención, pero de escaso valor. Pero, ¿cuántos comentarios haces?
Nadie nace enseñado, así que te voy a mostrar cómo mejorar tu interacción con los más pequeños.
Claves para aplicar la regla de los cinco dedos
Una forma efectiva de mantener una comunicación positiva consiste en aplicar la regla de los cinco dedos. Por cada cuatro comentarios, se podrá hacer una pregunta, o indicación o felicitación. Por supuesto, no es algo que tomar de manera literal, sino orientativa.
Último consejo para la comunicación positiva
Un último consejo es que si no tienes nada relevante que decir guardes silencio, pues de esa manera motivarás a la personita a que inicie la conversación. Te sorprenderá lo que se consigue al presionar menos a la personita para que hable. Es decir, se trata de dejarle espacio de forma que sea más probable que él mismo/a sea quien inicie la conversación. Esto además favorece que el niño no se vea forzado a hablar sobre lo que le interesa al adulto y pueda centrar la conversación en su foco de interés.
Al dejar que tu personita lidere la conversación, esta será más larga (dado que le interesa más) y le hará estar más relajado/a durante el juego, por lo que también se mantendrá más rato enganchado/a.
Conclusión
Espero que esta explicación sobre cómo mantener una comunicación positiva con los hijos te haya resultado útil. A veces, es tan sencillo como ser conscientes de la forma en la que nos comunicamos, y para ello es indispensable conocer las partes de la comunicación que he explicado: las preguntas, felicitaciones, indicaciones y los comentarios.
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Gracias por leerme.
Fotos: Pexels.
Uy, lo de las preguntas es cierto. Hace algunas semanas me di cuenta que bombardeamos a nuestra peque con preguntas, a veces sin querer. Por eso, decidí ponerme yo misma el freno y cuando hay una segunda persona con nosotras, no hago ninguna pregunta, intento que solo sean comentarios. Y a ella le gusta hablar un montón. Lo más, cuando construimos casas. Ahí he descubierto que es muy bonito permanecer en silencio hasta que ella comienza la conversación y me cuenta cosas de su día (los niños que estuvieron hoy en la guarde, lo que comieron o las letras que está viendo en sus bloques de duplo) y eso que todavía no tiene ni dos añitos.
Gracias por el artículo, ha sido muy interesante.
¡Besos!
Hola, Mary.
Me alegro de que con la técnica del silencio la comunicación con tu personita fluya mejor.
Gracias por tu comentario.
Un saludo,
Mavi Pastor.