Criar niños agradecidos: lograr que valoren las cosas

Criar niños agradecidos

Afortunadamente, la mayoría de nosotros vivimos en una situación de abundancia. No nos faltan las cosas básicas: un techo que nos cubra, comida cada día, ropa para protegernos del frío y el calor. Además tenemos otros aspectos que también consideramos ya básicos como luz, agua corriente y otras comodidades que van más allá. Sabemos que no es así para todo el mundo y por ello, considero nuestra obligación criar niños agradecidos.

Vamos a ver cómo podemos inculcar el agradecimiento en esos pequeños que lo dan todo por garantizado.

1.- Hacerles saber sus privilegios para criar niños agradecidos

Nuestros hijos e hijas, en algunos casos disfrutan de algo que algunas generaciones atrás, como sus abuelos, no fueron capaces de tener: la escuela. Convence a los abuelos, u otras personas que conozcan que les puedan explicar lo importante que era para ellos ir a la escuela. Incluso tal vez tengan historias de cómo debían ir a trabajar para ayudar a sus familias en la dura situación de la posguerra española.

Además, tienen más juguetes de los que necesitan. Seguro que hay ropa que ni siquiera consiguen ponerse antes de que se les quede pequeña ¿No somos afortunados? ¿No debemos estar agradecidos? Díselo cada vez que tengas una oportunidad.

2.- Criar niños agradecidos valorando el mejor momento del día

En casa tenemos la costumbre de cenar en familia, sin televisor de por medio. Aprovechamos este momento para contarnos cómo nos ha ido el día. También hablamos de cómo nos sentimos y de qué proyectos nos gustaría llevar a cabo. Una de las preguntas que nos solemos hacer es qué cosas del día agradecemos más. En ocasiones es tener un buen amigo con quien jugar, o poder asistir a sus actividades extraescolares favoritas, o incluso, haber podido visitar a amigos o familiares.

Algunas personas lo llevan más allá y escriben un diario de gratitud. Es una práctica habitual para quienes practican Mindfulness. Si quieres saber exactamente, en qué consiste y qué beneficios tiene, te dejo este artículo.

3.-Enseñar la responsabilidad de las tareas

¿Te ha pasado que llamas a comer a los niños, después de haber pasado horas en la cocina y te responden con cara de asco? Tal vez no era el plato que esperaban o no es su menú favorito, pero es un gesto profundamente desagradecido. Lo primero para evitarlo es que sepan el trabajo que tiene detrás. El plato no ha venido solo hasta la mesa. La mesa no se ha preparado sola y los platos del día anterior no se limpiaron por sí mimos. Una personita involucrada en las tareas domésticas, será menos propensa a quejarse por todo. Por el simple hecho de que sabe lo que cuesta.

Criar niños responsables que ayudan a colocar el árbol de navidad

Darles responsabilidades además, les hace sentir capaces y orgullosos de sí mismos. Los niños y niñas que tienen responsabilidades serán de mayores niños con mayor confianza en sí mismos.

Las tareas deben estar ajustadas a su edad y capacidad. Por ejemplo, un niño de dos años puede llevar la ropa sucia tras el baño al cesto. Un niño de tres años pueden poner la mesa a diario. Un niño de cuatro años puede recoger su cuarto y hacer la cama. Así, progresivamente. Recuerda, que todos ellos, son capaces de guardar sus propios juguetes. Ese es el primer escalón de sus responsabilidades.

4.- Criar niños conscientes del valor de las cosas

Los niños deben saber el valor de las cosas. Hay cosas que tienen un valor sentimental, está claro. Pero todas las cosas tienen un valor material. Se llama dinero, y el dinero hay que ganarlo. Si un niño no sabe cuánto deben trabajar mamá y papá para conseguir algo, difícilmente lo valorará.

¿Cómo conseguimos esto? Pues en mi opinión hay una serie de pasos hasta que lleguen a adquirir este conocimiento más complejo:

  • Hay cosas caras y cosas baratas
  • Papá y/o Mamá trabajan por dinero. Su tiempo, por tanto, vale dinero.
  • Jugar a las tiendecitas, para que se familiarice con el intercambio de dinero por productos.
  • Ver los precios de las cosas en el supermercado. Enseñar el ticket de lo que cuesta la comida.
  • Darle una pequeña paga para que pueda ahorrar y gestionar su dinero. Es más visual si es en monedas que una cuenta bancaria.

Niña agradecida con su regalo de navidad

De esta manera, es más fácil que cuide sus juguetes y no los rompa. Es más fácil también que se sienta agradecido cuando uno nuevo venga a su vida.

5.- Ofrecer sus servicios a la comunidad

En otras culturas está mucho más establecido esto de ayudar a la comunidad. Todos hemos visto a las niñas y niños que venden galletas o hacen limonada por una buena causa. Sin embargo, hay otras formas de ayudar. Por ejemplo, se puede ir un día de voluntarios a recoger la basura de las playas o los bosques. Es una actividad en familia en la que damos un montón de valores positivos a nuestros niños. O si participa en actividades creativas (coros, danza, teatro) se puede arreglar una actuación en alguno de los centros de ancianos locales. La experiencia es muy gratificante para ambos grupos y percibirá cómo ayudando a otros se puede sentir bien.

¿Y que tiene esto que ver con criar niños agradecidos? Muy sencillo. Si reconocen el sentimiento de agradecimiento en otros, serán capaces de reproducirlo por ellos mismos.

6.- Criar niños agradecidos practicando la gratitud real

¿Te has dado cuenta de que en ninguno de los consejos he mencionado enseñarles a decir gracias? Por supuesto, «decir gracias» es una cuestión de modales que debe estar presente en una buena educación. Pero a veces, nos empeñamos en hacer repetir a los niños estas palabras como loros. Cuando la repiten porque un adulto les dice «¿No le das las gracias a la tía por el regalo que te ha hecho?» y ellos, obedientes, sueltan un tímido «gracias», no significa nada. Es una palabra vacía de contenido real. Por ello, creo que es mejor enseñarles lo que es la gratitud para lograr que nuestros niños sepan realmente lo que es estar agradecidos.

Por eso me he inventado este pequeño término de «gratitud real». Si quieres que el niño esté agradecido por el regalo que le ha hecho su tía, explícale que lo ha hecho de corazón, porque le quiere y convéncele para que le haga algo a cambio. Una tarjeta de agradecimiento puede valer. Durante el proceso el niño estará pensando que hace la tarjeta para agradecer a su tía que le quiera y le haga regalos.

También puede servir para cuando alguien le ofrece su tiempo. Por ejemplo, si el abuelo viene todos los días a la escuela, sugiérele al niño que tal vez le deberíamos agradecer de alguna manera su tiempo. ¡Seguro que se le ocurre alguna manera de compensarle por el esfuerzo de cada día! A lo mejor te proponer cocinar sus magdalenas favoritas, o comprarle unos zapatos bonitos para que camine mucho con él por el parque.

Conclusión

Supongo que te has dado cuenta de que para criar niños agradecidos debemos empezar por ser agradecidos nosotros mismos. Si no somos capaces de valorar los momentos, las relaciones y los bienes materiales que poseemos, difícilmente se lo podremos transmitir a nuestras personitas. Por eso, te reto a que te pares a pensar de vez en cuando en lo afortunados que somos. Pongamos el foco en todo lo que sí tenemos, en vez de en aquello que nos falta. Seguro que la balanza queda en positivo.

Espero que hayas disfrutado de este artículo y que te haya servido. Me encantaría que parases un segundo a pensar en lo afortunados que somos, y que des las gracias. Yo por supuesto, te doy las gracias a ti por leerme, por suscribirte a mi newsletter con contenidos especiales y por seguirme en mis redes sociales durante este tiempo. Si eres nueva/o por aquí, te doy las gracias por haber leído el artículo hasta el final y me encantaría que siguieras conmigo esta andadura de la educación de nuestras personitas.

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Gracias por leerme.

2 comentarios

  1. María José

    Hola!
    Hace tiempo que no escribo y le vengo dando vueltas a este asunto hace un tiempo…
    En primer lugar, muchísimas gracias por todo lo que dices. Como siempre, aprendo mucho de tus palabras.
    En segundo lugar, creo que, en nuestro caso particular, nuestra personita tiene demasiados juguetes por lo que piensa que no importa cuidar lo que tiene porque pronto tendrá otro juguete nuevo. Por ello es que hemos comenzado a restringir los regalos (diciendo a abuel@s, tíos y demás gente que sólo para su cumple, etc.). No sé si resultará pero es otra medida que estamos aplicando.
    Nuevamente, gracias por todo lo que nos regalas en tu blog.
    Un abrazo!

  2. mavipastor

    ¡Muchas gracias, María José! Me encanta que la comunicación sea en dos direcciones. 😊 Lo que propones es una buena idea porque la abundancia no favorece que apreciemos lo que tenemos. Tú, que ya eres lectora habitual, sabrás que siempre defiendo el minimalismo en familia: para la concentración, el orden, etc. Pero desde luego también ayuda a criar niños agradecidos. Muchas gracias por compartir tu consejo que seguro que otras lectoras/es aprovecharán. Un saludo. Gracias por leerme.

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