Espacios habilitadores: cómo impactan en nuestros hábitos

Espacios habilitadores con área de sillones, mesas colaborativas y mucha luz.

Hace tiempo que el concepto de espacios habilitadores ha calado hondo en mi manera de ver las cosas. Lo tengo muy en cuenta a la hora de organizar y diseñar mis espacios, porque entiendo que el uso de los mismos va a depender mucho de él. Tal vez no conozcas este concepto, o tal vez sí y quieras saber cómo yo lo aplico, por eso, he pensado que este artículo te puede ser útil.

¿Qué son los espacios habilitadores?

En primer lugar, trataré de definir en qué consisten los espacios habilitadores. El concepto de «espacio habilitador» se refiere a entornos diseñados para promover la interacción, la creatividad y el aprendizaje. Estos espacios tienen en cuenta las necesidades de los usuarios. Además, están equipados con recursos, tecnologías y herramientas que fomentan la colaboración, la experimentación y/o el desarrollo de habilidades.

En el ámbito laboral, los espacios habilitadores facilitan la comunicación abierta y la colaboración efectiva entre los miembros del equipo. Por otro lado, en el ámbito educativo los espacios habilitadores estimulan el aprendizaje activo, la exploración y la participación, ya sea individual o en grupos. Y por supuesto, en él ámbito social, los espacios habilitadores facilitan las relaciones interpersonales.

Dos personas tomando café y sonriendo

Ejemplos de espacios habilitadores educativos

Estos espacios habilitadores suelen contar con aulas flexibles que permiten diferentes configuraciones. Con ellas, los docentes pueden adaptarse a diferentes estilos de enseñanza-aprendizaje.

Por ejemplo, hay metodologías que tienen muy en cuenta el espacio educativo como un recurso potente en la educación. Este es el caso de la pedagogía Reggio Emilia, que insiste en que el aula es el tercer maestro. Si quieres saber más sobre ello, te recomiendo este artículo.

Niña en escuela de verano feliz

Más conocido, quizá es el caso de la educación Montessori en la que los espacios habilitadores (así como los recursos que contienen son una clave fundamental de su pedagogía. Por ejemplo, la cama Montessori o el rincón de lectura o rincón de juegos Montessori.

Ejemplos de espacios habilitadores en el mundo laboral

Los espacios habilitadores en el mundo laboral son reales tanto en grandes empresas como si trabajas desde casa. Por ejemplo, para mi trabajo de escritora, tener un escritorio en un lugar calmado con todo lo que necesito a mano ayuda a que escriba más a menudo. En el caso de grandes empresas pueden tomar diversas formas. Las grandes compañías internacionales van a la cabeza con espacios como salas de reuniones flexibles, laboratorios de innovación, áreas de juego, o la sala común para hacerse un buen café con los compañeros de oficina. Lo importante es que estos espacios estén diseñados teniendo en cuenta las necesidades de los usuarios y se creen con el propósito de fomentar la colaboración, la experimentación y la creatividad.

Ejemplos de espacios habilitadores en la sociedad

Las ciudades también se pueden diseñar con espacios habilitadores: lugares de encuentro, de uso y disfrute de los ciudadanos. Esto depende de la voluntad de los poderes públicos, pero crear explanadas al aire libre, arboledas, y dotarlos de mobiliario como bancos, fomenta que los vecinos se junten.

Esta por ejemplo, es la propuesta de Federico Tonucci en torno a lo que él llama «La ciudad de los niños«. También podíamos decir que en el fondo de la teoría de couhousing o covivienda subyace esta idea del espacio como catapulta de las relaciones sociales y la cooperación en función de cómo se diseñe.

Aplicación práctica: crea tu espacio habilitador

Quizá tú ni siquiera tengas niños en la escuela o dependa de ti cómo tu jefa ha diseñado la oficina, pero, en cualquier caso, los espacios habilitadores se pueden aplicar en tu día a día. Si adecúas tus espacios, puede que tengan un impacto en tu creatividad, en tus hábitos y por supuesto, en tus relaciones.

Alfombrilla de entrada para salir de casa en diez minutos

Revisa tu casa y tu negocio (si lo tienes y depende de ti). ¿Cómo están dispuestos los muebles? ¿Facilitan la comunicación? ¿Cómo están guardadas las cosas? ¿Facilitan su uso? ¿Cómo son las sensaciones en ese espacio? ¿Promueve la calma? ¿Genera inquietud? ¿Dan ganas de quedarse o de salir corriendo?

Conclusión

Espero que con esta pequeña reflexión, hayas descubierto un pequeño cambio que te ayude en tu día a día. Déjame tu opinión, dudas y sugerencias en los comentarios.

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Fotos: Pexels.

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