Hace unos días expliqué qué es la psicomotricidad gruesa, sus beneficios y qué esperar en cada etapa. Esta vez te daré unas ideas para desarrollar la piscomotricidad gruesa a cada edad. Estas actividades se pueden realizar tanto dentro como fuera de casa.
Ideas para desarrollar la psicomotricidad gruesa de bebés
Etapa de 0-6 meses
Para los bebés es una etapa fundamental de adquisición de habilidades motoras. Cuando tienen pocos meses de vida, se pueden usar objetos, como peluches o sonajeros, moviéndolos lateralmente y alrededor de ellos para que el bebé te siga con la mirada. también puedes animarle a que agarre el objeto. Así tendrá un mayor control de su cabeza y mejorará su coordinación mano-ojo.
Poner al bebé desde edad temprana en una manta boca abajo le motivará a levantar la cabeza para ver lo que hay a su alrededor y, más tarde, a levantar el tronco con la fuerza de sus bracitos. Este ejercicio es fundamental para que el bebé luego sea capaz de gatear.
En esta etapa también es frecuente que el bebé explore otras formas de desplazamiento, como por ejemplo rodar. Con esto va controlando las disferentes partes de sus cuerpo y la interrelación de las mismas. También eplora el espacio y las distancias.
Etapa de 6 a 12 meses
A partir de los seis meses, puedes usar la misma manta de juegos para intentar que tu bebé se quede sentado. Para ello necesitará fortalecer los músculos de sus abdomen y espalda y controlar sus equilibrio. Todo esto son habilidades motoras que sólo puede conseguir con la práctica. Cuanto más lo intentes, más fácil es que lo consiga. Una vez que el bebé sea capaz de mantenerse sentado solito, podrá iniciar una nueva etapa de juego exploratorio, con las manos libres para llevar objetos a su boca.
Después el bebé puede sentirse curioso por los objetos que están a su alrededor, pero fuera de su alcance. Colocar objeto fuera de su zona haré que intente desplazarse, y por tanto, lo motivará a gatear.
En esta etapa, los bebés disfrutan poniéndose en pie sobre tu regazo. Intentarán estirarse y agacharse y parecerá que están bailando o dando saltitos. Es importante que pasen tiempo haciendo esta actividad, pues es un entrenamiento para fortalecer sus músculos inferiores. Una vez que tenga fuerza suficiente, intentarán caminar.
Para caminar, al principio necesitarán ayuda de un adulto. También les gusta apoyarse en los muebles para desplazarse de un sitio a otro. Ya comentamos anteriormente que no es buena idea usar andadores o tacatás. Estos instrumentos les dificultan usar los pies y las piernas de manera correcta. Una vez que el niño haya aprendido a andar, puede usar juguetes de empuje, como carritos de la compra o carritos de bebé.
Desarrollar la psicomotricidad gruesa para infantes (12-24 meses)
Una vez que el niño sabe andar, hay nuevas actividades de las que puede disfrutar:
- Tirarse del tobagán. Aprenderá a subir y bajar escaleras, además de disfrutar de la sensación de velocidad.
- Lanzar una pelota. Empezará a explorar distancia y velocidad. También empezará a afinar su puntería.
- Trepar. Ya sea subir y bajarse de las sillas y los muebles o de aparatos del parque, trepar es divertido. En esta etapa se suben por todas partes para fortalecer sus músculos largos y mejorar su equilibrio.
- Subir y bajar escalones. Anima a tu hijo a subir y bajar peldaños por sí mismo, pero siempre con supervisión. Evita agarrarlo en brazos cada vez que haya escaleras o pensará que no tiene ni siquiera que intentarlo. Ya sabes que defiendo la autonomía como manera de hacer crecer la confianza.
- Montar en bicis de balance. Al no necesitar usar los pedales, que son muy difíciles para esta edad, las prefiero a los triciclos. Tienen el beneficio de mejorar el equilibrio natural de los niño.
Desarrollo de la psicomotricidad gruesa a partir de dos años
A partir de esta edad son capaces de andar y correr con cierta seguridad, por lo que pueden adentrarse en nuevas experiencias.
- Saltar. Anímales a dar saltos con canciones infantiles como «Cinco monitos«. Motiva a tus hijos a saltar los obstáculos de la calle y el parque, dando tu ayuda cuando sea necesario.
- Bailar. Hay muchas canciones dirigidas con gestos que son un magnífico modo de desarrollar habilidades de coordinación. Algunos ejemplos son «Chuchuguá«, «El diluvio de Noé» o «La taza«. Seguro que vosotros conocéis muchas más. En los comentarios del blog podéis citarlas para que todos tengamos más ideas.
- Pedalear en triciclo. Ahora que ya son capaces de coordinar movimientos circulares con sus pies, pueden usar el triciclo y será un buen preámbulo para cuando tenga que montar en bici.
- Montar en patinete. Mezcla la necesidad de equilibrio y de impulso como las bicis de balance. También deben controlar la dirección gracias al manillar. Las caídas del patinete pueden ser aparatosas, por lo que se recomienda el uso del casco.
- Patear la pelota. Es un poco más difícil que lanzarla con la mano, porque necesitan el equilibrio de aguantarse sobre un solo pie. Aviso para padres: no todos los niños tienen dotes de grandes futbolistas, así que disfrutad de la actividad sin presión.
- Nadar. Los beneficios de este deporte están más que probados. Incluso pueden empezar cuando son mucho más pequeños. Además fomenta la autonomía y la autoestima.
Conclusión
Muchas de estas actividades para desarrollar la psicomotricidad gruesa se pueden realizar dentro de casa en los días de frío o lluvia. En cambio yo recomiendo aprovechar al máximo el buen clima del que disponemos y hacer a los niños disfrutar del aire libre. Las ventajes del juego psicomotor al aire libre son:
- mayor libertad de movimientos
- mayor libertad de expresión, ya que a veces la actividad física nos impulsa a levantar la voz
- disfrute de la naturaleza
Y vosotros, ¿cómo favorecéis el desarrollo de las capacidades psicomotricices de vuestros hijos o hijas? ¿Cuáles son sus actividades preferidas? Os recuerdo que podéis suscribiros para no perderos ninguna entrada del blog. También podéis seguirnos en redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest y Google +.
Gracias por leerme.