El mes de marzo quería dedicarlo a visibilizar el talento de las mujeres en diferentes aspectos. Ya hablé de las mujeres destacadas de la Historia Medieval y Moderna, de la escritoras británicas del siglo XIX y ahora le toca el turno a las mujeres en el arte.
En la historia del arte no encontramos muchos nombres de mujeres porque nunca fue una profesión bien vista para ellas. Los estudiosos del arte, hombres, nunca incluyeron sus nombres en las obras de sus respectivas épocas. Son muy pocas las que han llegado a nosotros, y menos aún las que encontramos en los museos. Por ejemplo, el Museo del Prado, a día de hoy, tan solo cuenta con cuatro autoras femeninas en la exposición fija. Por poner un caso.
Las mujeres en el arte necesitan más visibilidad ya que son más desconocidas y menos valoradas.
Mujeres en el arte medieval y moderno
El tapiz de Bayeux, o tapiz de la reina Matilde (Siglo XI)
El gran problema de la Historia del Arte, como tantas otras disciplinas, es que está escrita por los hombres. De esta forma, siempre se han considerado las llamadas artes decorativas como géneros menores. Me refiero a la cerámica y los textiles por ejemplo.
No sé a ti, pero a mí me parece que tejer un tapiz no es más sencillo que pintar un óleo. La diferencia radica en quienes se encargaban de entretejer los hilos eran mujeres.
El tapiz de Bayeux, también conocido como tapiz de la reina Matilde, es un lienzo bordado que mide nada menos que setenta metros. National Geographic lo considera un tesoro medieval que ya puedes ver en alta definición. Narra la conquista normanda de Inglaterra, que incluye la famosa Batalla de Hastings. La autoría no está clara ya que la tradición francesa apunta que lo bordó la esposa del Guillermo I, el Conquistador, es decir, la reina Matilde y su corte; mientras que otros apuntan a que fue el arzobispo de Bayeux.
A pesar de ello, lo he querido incluir aquí porque la mayoría de textiles que encontramos expuestos en castillos, palacios y museos, son con gran probabilidad obra de mujeres anónimas.
Sofonisba Anguissola (c.1532-1625)
Esta autora, Sofonisba Anguissola, se hizo un hueco en la pintura del Renacimiento italiano para luego formar parte de la corte española de Felipe II como dama de compañía de su mujer, Isabel de Valois. Cultivó especialmente el género del retrato y el autorretrato.
En sus inicios, estudió en los talleres de pintores de la época como Bernardino Campi y Bernardino Gatti. Hacia mediados de siglo viajó a Roma, donde pudo conocer a Miguel Ángel. No obstante, su condición de mujer le ofreció algunas desventajas con respecto a sus compañeros varones, puesto que no se le permitía pintar desnudos ni estudiar anatomía por considerarse impropios.
En la corte española retrató a varios miembros con obras como Isabell de Valois sosteniendo un retrato de Felipe II, y el Retrato de Felipe II. Ambas obras se encuentran el el Museo del Prado.
Se le atribuyen unas cincuenta obras que están repartidas por varios museos de Europa y abrió el camino para otras mujeres artistas como Lavinia Fontana, Bárbara Longhi, Fede Galizia y Artemisia Gentilesci, a la que veremos a continuación.
Artemisia Lemi Gentilesci (1593-1653)
La pintora Artemisia Lemi Gentilesci fue pintora del estilo barroco. Tras la formación con su padre, también pintor, se mudó a Florencia bajo el mecenazgo de Cosme de Medici y en Génova conoció a Sofonisba Anguissola y el pintor flamenco, Anton Van Dyck. De ahí se fue a Nápoles, donde cultivó por primera vez la técnica del fresco, y finalmente, viajó a Londres para trabajar en la corte de Carlos I, por un periodo de tres años. Después de esto, regresó a Nápoles donde acabó sus días.
Con tan solo diecisiete años firma su primera obra con el tema mitológico de Susana y los viejos (1610), y por primera vez, la mujer se muestra avergonzada por la atención que su cuerpo desnudo atrae de los ancianos, lo cual es signo de su empatía como mujer. Lo volvió a pintar en 1649 y la actitud de la joven continúa siendo de repulsa.
También fue autora de Judith con la cabeza de Holofernes, otro cuadro tema mitológico, el cual suele mostrarse como una venganza de la artista contra la violación que sufrió de joven por su maestro del taller. De hecho, de este mismo tema pintó más adelante una segunda versión que se considera su obra maestra.
También repitió dos versiones de La conversación de la Magdalena, un cuadro de temática religiosa y en esta temática pintó varias obras como Santa Cecilia.
Judith Leyster (1609-1660)
Esta pintora barroca holandesa pintó cuadros de temas cotidianos, retratos y bodegones. Su obra se atribuyó a Franz Hals, también pintor de su nacionalidad y época, o a su marido, que también pintaba. Sin embargo, en el siglo XIX se le atribuyeron seis cuadros marcados con su anagrama JL, y a partir de ahí los historiadores del arte han investigado y descubierto nuevas obras.
Algunas de sus obras más importantes fueron: Un niño y una niña con una gato y una anguila y también Hombre ofreciendo dinero a una mujer joven.
Mujeres en el arte del siglo XIX
Rosa Bonheur (1822 – 1899)
Rosa Bonheur fue una artista de origen francés, que realizó pinturas y esculturas realistas. Su obras más destacadas son retratos de animales de gran formato, como el famoso cuadro Arando en Nivernais. Obtuvo el reconocimiento de su época a través de varias medallas por su participación en exposicions y se relacionó con artistas del momento como los exiliados españoles, Francisco de Goya y el dramaturgo Leandro Fernández de Moratín.
Berthe Morisot (1841-1895)
La pintora impresionista Berthe Morisot fue una de las pocas que aparecían en mi libro de Historia del Arte del instituto, lo que recuerdo como un shock cuando la descubrí. «Las mujeres también pueden ser genios de la Historia del Arte», pensé.
Sus cuadros, además de presentar las características habituales del impresionismo (pinceladas sueltas, representación de la luz, dibujo de las formas con manchas de color, etc.), mostraban una ternura diferenciadora. Esto lo podemos apreciar en sus retratos y en obras como La Cuna o Mujer en el baño.
Fue apreciada y valorada por sus colegas coetáneos, lo cual no era habitual. Su catálogo de obras es extensísimo y algunas de ellas están en los museos más importantes del mundo como el Museo d’Orsay o el museo Thyssen-Bornemisza, en Madrid. En este vídeo puedes aprender más sobre ella.
Marie-Denisse Villers (1774-1881)
Dentro de las mujeres en el arte del siglo XIX encontramos a la retratista neoclásica cuyo retrato, Mujer joven pintando, se atribuyó falsamente a Jacques-Louis David. Actualmente dicho cuadro está expuesto en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Gracias al catálogo de obras expuestas en el Salón de París, s ele han atribuido otros retratos de mujeres y niños.
Mujeres en el arte del siglo XX
Frida Kahlo (1907-1954)
https://www.mavipastor.com/cine-expresionista-aleman-y-el-gabinete-del-dr-caligari/Frida Kahlo es la pintora mexicana más conocida internacionalmente, y hoy en día se ha convertido en un símbolo del feminismo. Su vida tormentosa ha sido objeto de numerosos estudios e incluso fue retratada en la película biográfica protagonizada por Salma Hayck, Frida (2002). Su estilo pictórico es difícil de catalogar, pero contiene elementos tanto del expresionismo como del surrealismo. Por tanto, vemos en sus cuadros la influencia de artistas como Dalí o Marcel Duchamp.
En sus obras se retrató a sí misma exagerando sus rasgos andróginos como sus pobladas cejas y su incipiente bigote en un acto de rebeldía. Aunque estaba casada con el pintor Diego Ribera, llevó una vida independiente, también a nivel sexual. Por ello, tras la biografía publicada sobre la artista en los años ochenta, se convirtió en símbolo de un nuevo concepto de mujer, libre. Hoy en día es fácil ver su rostro en los diferentes productos que mercantilizan el movimiento feminista.
Louise Bourgeois (1911-2010)
Esta artista nacida en Francia vivió gran parte de su vida en Estados Unidos. Se le conoce como la mujer araña, dada la importancia de este animal simbólico en sus obras escultóricas. Por ejemplo, la escultura Mama, araña del Guggenheim de Bilbao, aunque hay otras en Buenos Aires o el Palacio de Bellas Artes de México. En sus obras representó temas relacionados con el género y la sexualidad.
Estuvo en contacto a lo largo de su vida con muchos artistas de renombre, desde Picasso a Jackson Pollock, pasando por Gaudí, Miró o Mark Rothko. Obtuvo varios reconocimientos en vida, entre ellos, la Medalla Nacional de las Artes otorgada por el Congreso de los Estados Unidos.
Conclusión
Hoy quería destacar las mujeres en el arte que han sido olvidadas por los libros y visibilizar su obra para que sirva de referente de otras mujeres y niñas. Espero que este artículo te haya resultado interesante. Este mes también he querido visibilizar a las mujeres en la historia medieval y moderna, así como las mujeres escritoras británicas del siglo XIX. Te dejo ambos enlaces por si deseas conocerlas.
¿Conocías a estas mujeres en el arte? ¿Estaban en tus libros de texto del instituto? ¿Qué otras artistas mujeres conoces y admiras?
Si te ha gustado este artículo, seguro que disfrutas de mi colección de relatos Doce formas de vivir el amor. En especial, este relato corto romántico.
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