¿Nos hemos saturado de propósitos? ¿Hemos llevado la productividad y el desarrollo personal a un punto tóxico? No sé tú, pero yo, me he saturado de propósitos. Sinceramente, creo que es un problema social, no algo individual mío; y por ello, quiero reflexionar en voz alta.
Antes de seguir, quiero dejar claro que no pretendo venderte nada. Yo también levanto una ceja cuando alguien comienza este discurso a la espera de ver cuándo me ofrecen su curso maravilloso, su libro revolucionario, su milagro. No lo hay, aunque creo que quizá mi perspectiva te ayude de alguna manera.
Los propósitos de año nuevo
Nos hemos acostumbrado a ponernos propósitos de año nuevo, y luego pasa lo que pasa. El mundo se divide entre aquellos que se esfuerzan, planean y logran cumplir gran parte de sus propósitos y aquellos que no. Pero no nos engañemos, incluso estos superhéroes de nuestro tiempo que parece que consiguen todo lo que se plantean se dejan alguno de sus objetivos en el tintero.
Nunca los conseguimos todos y, por tanto, aunque logres muchos, te quedas con la sensación de fracaso.
Mavi Pastor.
Estás atascado.
Sientes que no avanzas, el mundo se te cae a los pies y la vida se te hace bola. Así, no puedes seguir, ¿no crees?
¿Por qué fracasamos con nuestros propósitos?
Como te he dicho antes, tanto quienes consiguen algunas de sus metas como aquellos que no, fracasan o tienen la sensación de fracaso. ¿Por qué?
Porque nunca tenemos suficiente. Somos insaciables. Te pongo algunos ejemplos:
Si un año leemos 15 libros, al año siguiente queremos leer más. No nos conformamos con menos de 25 lecturas.
Cuando logramos hacer deporte una vez a la semana, queremos ir dos días al gimnasio.
Si publicamos una novela, al año siguiente pensamos que deberíamos publicar una novela y un libro de no ficción.
¿Qué nos pasa? ¿Nunca tenemos bastante?
Creo que vivimos en una era compleja, llena de estímulos externos. Por desgracia, les hacemos mucho más caso a estos que a nuestros impulsos internos. Vemos las vidas de otros, sus logros, y comparamos. Nuestro problema es que lo queremos tener todo. Queremos llegar a todo y nunca renunciar. Porque nosotras lo valemos.
Y, sí, oiga, eso de la ambición está muy bien. De acuerdo, hay que progresar y no podemos caer en el conformismo, pero… ¿Cuándo se para? ¿Cuándo es suficiente? Y voy más allá: ¿tan nefasto es dar un paso atrás?
Mi ejemplo de porqué me he saturado de propósitos
2023 fue un año precioso para mí como escritora. Lo dediqué por completo a la escritura y dio sus frutos: una novela publicada y una colección de doce relatos. Además, acudí a infinidad de ferias, firmas, encuentros con lectores, congresos de escritura y otros tipos de eventos literarios. Impartí charlas y talleres de escritura. También hacía directos semanales de cuatro horas en mi canal de Twitch , publicaba cuatro artículos al mes y enviaba mi carta mensual a mis suscriptores. Y para rizar el rizo, en el último trimestre me compré una librería. Sí, sí, como lo oyes.
No estaba planeado, pero fue una de aquellas cosas que surgen y no puedes dejar pasar, de modo que mi carrera como escritora dio un frenazo obligatorio. No fue de golpe, pues aún fui capaz de acudir a varias ferias y publicar tres relatos mientras lanzaba mi propio negocio. Te lo diré sin falsas modestias: fue una auténtica proeza.
¿Y qué sucede tras haberme saturado de propósitos? ¿Tengo propósitos para el 2024?
El 2024 no puede ser igual al año anterior, por el sencillo motivo de que mis circunstancias son completamente distintas. Mi librería, Sèneca Jove, me ocupa un mínimo de 49 horas de jornada laboral. Y con un negocio que absorbe tanto tiempo y energía mental no es viable continuar el ritmo de publicación que me había propuesto, de modo que me veo forzada a dar un paso atrás. Es decir, tengo menos propósitos, ya que sigo mis propósitos consejos para establecer metas realistas.
Este año tengo como objetivos literarios:
- Publicar en papel de los relatos que escribí el año anterior, Doce formas de vivir el amor.
- Continuar con la docencia de mis talleres de escritura creativa.
- Escribir en este blog cuando me apetezca.
Eso es todo. Soy consciente de que hay mucha diferencia con todo lo que hice el año anterior. Sin embargo, no me siento mal. De entrada, es mucho más de lo que hace la mayoría de gente con su vida. Y para seguir, nadie espera nada de mí. Ni de ti, recuérdalo. Somos nosotras/os quienes nos ponemos estas metas personales.
Es más, mi propósito fundamental es pasar tiempo de calidad con los míos (familia y amigos). Y por añadir, quiero reírme mucho más. Con cumplir con esos dos, me daría por satisfecha, si te sincera.
Conclusión
No sé qué te habrá parecido este artículo de desahogo, pero era algo que tenía ganas de decir. Creo que somos muchas /os los que nos hemos saturado de propósitos. Se nos han atragantado y hemos decidido dar un paso atrás, o dicho de forma más poética (que para algo soy escritora) dejarnos fluir.
Me gustaría conocer tu opinión sobre este tema en los comentarios.
Déjame tu opinión, dudas y sugerencias en los comentarios.
¿Te gusta mi contenido? Apóyame comprando alguno de mis libros.
También puedes seguirme en redes sociales. Estas son mis cuentas en Instagram, Pinterest y Twitter. ¡Y ahora también en Twitch! Si además, eres lector empedernido, puedes seguirme en GoodReads. Finalmente, suscríbete para tener contenido exclusivo y recibe un regalo de bienvenida.
Gracias por leerme.
Fotos: Pexels.